Esta semana volvemos con nuestra ronda de presentación de los distintos proyectos que participan en la segunda aceleración de startups agroalimentarias de Orizont, la aceleradora de Sodena. Y hoy es el turno de Useful Wastes, un proyecto a mano de dos jóvenes emprendedores, cuyo objetivo principal es transformar residuos de desalinizadoras para crear agua a menor coste y convertir estos residuos generados en otros productos con valor comercial.
Ricardo Martínez, encargado de la supervisión y certificación del correcto funcionamiento del sistema, y Cristina Varona, encargada del desarrollo del plan de empresa trazado, nos contaron cómo surgió y cuáles son sus metas.
¿Qué es lo que les hizo animarse a participar?
Nosotros somos estudiantes de Ingeniería Agroalimentaria. Nos conocimos en la carrera y somos compañeros de clase. Nuestra formación está muy relacionada con el campo, la producción y el agua. En Murcia, la zona de la que venimos, hay muchos problemas hídricos. Y los agricultores tienen dificultades para obtener agua dulce para regar.
El agua dulce puede obtenerse de varias maneras. Una es la de toda la vida, mediante el agua de la lluvia. Otra son los trasvases, los cuales traen consigo problemas políticos, sociales y económicos, ya que se necesita una infraestructura muy grande para trasladar el agua de un lugar a otro. Y además, si no llueve en una región (como Murcia, por ejemplo), es difícil que a 300 km llueva para dar abastecimiento a dos regiones, por lo que el agua del trasvase también resulta insuficiente. Y, por otro lado, el agua también se puede obtener a través de las desaladoras. De aquí fue de donde surgió la idea de intentar obtener agua dulce para los cultivos.
El problema es que obtener el agua a través de las desaladoras supone un alto coste energético y un problema medioambiental, ya que al desalar agua se genera un vertido con una concentración muy alta en sales.
Como ya hemos comentado anteriormente, donde vivimos hay muchas explotaciones agrícolas. En Cartagena, municipio de Murcia, había un acuífero del que los agricultores obtenían el agua para regar. Pero debido al uso de abonos, que lixiviaban, y a la sobreexplotación de este, hizo que se salara, obligando a los agricultores a instalar desalinizadoras privadas a pequeña escala.
Pero entonces los agricultores empezaron a enfrentarse a un nuevo problema: las desalinizadoras generan salmuera, que es el vertido que surge al desalar el agua. Y esta iba hasta el Mar Menor, contaminándolo –ya que aparte de este vertido, arrastraban otros compuestos que estaban en la tierra, provocando mayor contaminación-.
Nosotros ya habíamos pensado en todos estos problemas, ya que durante la carrera tocamos estos temas. Pero este suceso de Cartagena fue el que nos impulsó a seguir trabajando en una solución.
¿Qué esperan de Orizont en el próximo año?
De Orizont esperamos su apoyo, tanto profesional como económico. Para nosotros, su asesoramiento es imprescindible para enfocar el proyecto y para establecer un método de negocio concreto.
Sobre su proyecto: ¿Cuál es? ¿En qué consiste?
Proponemos instalar una planta de conversión del residuo, que es la salmuera, a un producto que pueda ser comercializable al lado de cada planta desaladora que tenga el agricultor. Es decir, pretendemos promover la desalación de agua para el uso local.
El funcionamiento es sencillo. Recogemos el residuo y lo pasamos por una máquina de conversión, la cual convierte el residuo en un producto con un valor comercial, para sacarle un rendimiento.
Nos gustaría puntualizar que hasta ahora todos los estudios que se están haciendo son para reducir el vertido, bien reduciendo sus elementos o bien reduciendo su volumen, pero siempre vertiéndolo. La innovación es que conseguiríamos tratar ese vertido, generando casi un desecho 0, y la mayor parte de ese “pequeño vertido 0” sería inerte, que no son contaminantes.
El objetivo principal, por tanto, es que los agricultores puedan desalar, ya que ahora mismo no tienen agua para sus explotaciones agrícolas. Queremos que el agua no sea un factor limitante, sino un derecho. Y aparte de que puedan desalar, buscamos reducir el vertido, siendo beneficioso para el medio ambiente.
¿Cuáles son sus ventajas competitivas?
En primer lugar, se promueve un beneficio medioambiental, ya que reduce vertidos al mar y a otras fuentes de agua, protegiendo así a especies, además de proteger al ecosistema en sí de tal alteración.
Y, al mismo tiempo, nuestros clientes podrán conseguir el agua que tanto necesitan a través de desalar, salvando así sus explotaciones agrícolas.
Los vertidos que se produzcan se transformarán en un producto con valor comercial, lo que supone también un beneficio económico. Esto es muy importante porque, hoy en día, aunque suponga un beneficio medioambiental, si no hay un rendimiento detrás, es muy difícil que ese proyecto salga adelante.
¿Dónde se ven dentro de un año?
De momento, es difícil acceder a grandes desaladoras, pero esperamos poder conseguirlo. Tenemos que empezar desde abajo, poco a poco, para ir subiendo. Es un proyecto pionero que va a dar solución a un problema de gran magnitud. Por eso creemos que tiene un futuro prometedor. ¡Seguro que Orizont puede ayudarnos a conseguirlo!
¿Qué mentor se les ha adjudicado?
Nuestro mentor es José Mateo, Director General de la empresa Salinas de Navarra. Ya hemos tenido varios encuentros con él y estamos deseando seguir aprendiendo con sus consejos y aportaciones. Agradecemos muchísimo su profesionalidad.
¡Mucha suerte, Useful Wastes!