Es un hecho incontestable que los nuevos avances tecnológicos están cambiando nuestra vida tanto en nuestra forma de consumir como en la de producir. El campo también se está beneficiando de estas innovaciones gracias a la consolidación de la agricultura 4.0.
La agricultura 4.0 hace referencia a cómo será la producción de alimentos en los próximos años, en los que la información digital, las telecomunicaciones, la robótica e, incluso, el marketing digital tendrán un papel clave en la industria agroalimentaria.
De hecho, la transformación digital ya está influyendo en esta industria. La conducción autónoma de vehículos está revolucionando la logística en el sector y la manipulación genética de productos se ha digitalizado. Además, la aplicación de nuevas tecnologías en el sector primario ayuda a la mejora del rendimiento de cultivos agrícolas. Pero a futuro esto será aún más indispensable.
Según la FAO, en 2050 viviremos más de 10.000 millones de personas en el mundo, 2.000 millones más que en la actualidad. Con la misma superficie agraria y unos recursos naturales cada vez más escasos habrá que incrementar la producción de alimentos un 70%. Por eso es esencial que las empresas del sector se ajusten a esta nueva realidad. ¿Cómo? El informe de PWC “El futuro del sector agrícola español” expone la necesidad de aumentar la productividad, mejorar la eficiencia y orientarse al mercado y al consumidor.
Con el fin de lograr estos objetivos, la apuesta por la tecnificación, la digitalización y el desarrollo de la I+D+I debe ser clara para las empresas y startups del sector. Los drones, los sensores y las cámaras permitirán gestionar la información para predecir las condiciones climáticas, lograr un riego más eficiente y controlado y seleccionar a la carta los insumos según las necesidades de cada planta, claves para garantizar la sostenibilidad económica de las explotaciones.
Asimismo, será clave que los agricultores dispongan de fertilizantes y productos de sanidad vegetal para hacer frente a la prevención, control y erradicación de las plagas y se introduzcan nuevas variedades con técnicas de edición genética.
Desde el punto de vista local será vital preservar el medio natural y aumentar el número de trabajadores cualificados en el campo. Por otro lado, en materia medioambiental, se tendrán que mejorar los recursos y la mitigación y adaptación al cambio climático.
El futuro del sector agrícola pasa por la construcción de una estrategia que coordine y oriente el esfuerzo y la actuación de los principales agentes e instituciones hacia un mismo objetivo: la sostenibilidad económica, social y ambiental del sector.
A corto plazo, estos avances tecnológicos que propone la agricultura 4.0 permiten el aumento de la productividad, reducir los costes y mejorar la rentabilidad de los agricultores. Es más, a largo plazo, estos avances serán la única vía para satisfacer la demanda futura de alimentos y reducir el impacto ambiental. Por eso es tan importante saltar de la agricultura 3.0 a la 4.0 cuanto antes.
En Orizont, aceleradora de innovación para el sector agroalimentario en Navarra, somos expertos en la adaptación de las startups y los emprendedores a las innovaciones en el sector agroalimentario. Por eso mismo, animamos a cualquier startup que quiera lanzar su proyecto de innovación agroalimentaria que se sume al programa Match Point. ¿Serás tú uno de ellos?